Trabajadores universitarios en riesgo ante la llegada del COVID-19

Foto: Cortesía

Los Institutos de Previsión del Profesorado (IPP) y unidades especiales de las universidades anunciaron su cierre para evitar la propagación de la pandemia COVID-19, porque no disponen de los recursos necesarios para proteger a su personal.

A través de comunicados los IPP de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad Simón Bolívar (USB) y la Universidad del Zulia (LUZ) anunciaron que acataran la medida de prevención decretada por el Estado venezolano.

Para el presidente de la Asociación de Profesores de la USB, William Anseume, las medidas son “anacrónicas” porque desde el momento que el virus se propagó con rapidez en el mundo se debió tomar las previsiones necesarias para garantizar el servicio de salud.

Desde el año 2019, los IPP de la USB y LUZ no ofrecen todos los servicios médicos a sus afiliados debido al ineficiente presupuesto que manejan, ya que la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) envía tardíamente los recursos necesarios para su funcionamiento.

Los Institutos de Previsión del Profesorado universitario operan con un presupuesto que se cubre con un porcentaje de cooperación de los docentes, pero la mayor parte del dinero requerido para el funcionamiento debe ser aportado por el gobierno, esto es el 70% del total, informó el presidente del IPPLUZ, Edin Amesty.

Atención al profesorado

El vicepresidente de la Asociación de Profesores de la UCV, Tulio Olmos, informó que el en caso de necesitar atención médica sería enviado a una de las clínicas aliadas con el IPP-UCV.

“Tenemos cuatro clínicas con las que tenemos excelentes relaciones y a ellas estamos enviando a nuestros afiliados”, expresó Olmos.

Asimismo, el comunicado del IPP-UCV expresa: “El IPP no está en capacidad de despistar la infección por CORONAVIRUS. Si sospecha de contagio debe acudir de inmediato a las instituciones de salud determinadas por el Estado”.

Por su parte, el presidente del Instituto de Previsión Social del Personal Docente y de Investigación de LUZ, Edin Amesty, aseguró que la razón del cierre en el IPPLUZ es porque no poseen los recursos necesarios para trabajar y señaló que el instituto desde hace meses permanece en un estado crítico y la solución por la que optaron es atender a los profesores a través de consultas telefónicas.

Según Amesty, “el IPPLUZ no está en condiciones, por ello se le recomienda al paciente que vaya a una clínica para ser atendido porque en la sede del IPPLUZ no hay agua ni electricidad”.

Apoyo en el servicio de salud

El presidente del IPP-ULA y de la Asociación de Profesores de la Universidad de los Andes (APULA), Virgilio Castillo, emitió un comunicado donde se manifiesta que el IPP estará abierto para prestar sus servicios tras los casos de COVID-19 reportados en la ciudad de Mérida.

El IPP-ULA cuenta con equipamiento necesario para el desarrollo del “Plan de Salud”, junto a la Fundación Fondo de Jubilaciones y Pensiones del Personal Docente y de Investigación de la ULA (FONPRULA), para apoyar al profesorado frente a las contingencias que puedan surgir por el coronavirus.

El Plan de Salud de la ULA permite que el profesorado pueda recibir un servicio de atención de emergencias en las clínicas afiliadas del instituto.

Asimismo, la rectora de la Universidad del Zulia, Judith Aular de Durán, informó que ha creado un plan de contingencia; en apoyo con la Dirección de Seguridad Integral (DSI), Servicio Médico Odontológico (SMO) y el Cuerpo de Bomberos Universitarios de LUZ; con la finalidad de atender a docentes, estudiantes, empleados y obreros, sin considerar la condición del personal: activo o jubilado.

“He girado instrucciones para que atendamos a nuestra comunidad universitaria, siguiendo los protocolos emitidos por la Organización Mundial de la Salud, así como órganos venezolanos para que se atienda de manera inmediata cualquier emergencia sintomática que tenga un miembro de LUZ”, acotó la rectora.

A su vez, el Sindicato de Profesionales y Técnicos de la Universidad del Zulia (SIPROLUZ) informó que el Laboratorio Clínico de la Escuela de Bioanálisis de LUZ ofrecerá atención por previa cita para pruebas de hematología, química sanguínea, inmunológicos y cultivos bacteriológicos con un descuento del 20%, de manera que los universitarios y sus familiares tengan acceso a estos servicios.

Trabajadores expuestos

Las universidades del país continuarán cerradas para los universitarios, sin embargo, para el mantenimiento de las instalaciones algunos trabajadores, como el personal de seguridad, deben acudir al recinto.

La Dirección de Seguridad Integral de LUZ (DSI-LUZ) pidió a sus autoridades el suministro inmediato de recursos para el resguardo de los trabajadores que deben acudir a las instalaciones universitarias, proveyéndoles ‘kits’ de bioprotección que contengan tapabocas, guantes y solución desinfectante, además, exigen traslado del hogar a la institución y su retorno.

Ante ello, el secretario general de SIPROLUZ, Eddy Garrillo, exigió que se les garantice equipamiento a los empleados y unidades de transporte.

Venezuela en riesgo

La salud es un derecho humano y el Gobierno de facto debe actuar de forma inmediata para garantizar los insumos de protección para los empleados.

Recordemos que Venezuela está sumergida en una emergencia humanitaria compleja que Aula Abierta ha evidenciado ante organismos internacionales con el informe “Universitarios en el marco de la Emergencia Humanitaria Compleja”.

En la 175º Asamblea de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el coordinador de Investigación e Incidencia Internacional de Aula Abierta, Ricardo Villalobos, denunció la precaria condición del sistema de salud y el agudo estado de la prestación de servicios de salud para los trabajadores universitarios.

“La infraestructura de salud de Venezuela se ha deteriorado debido a la falta de suministros, medicamentos y equipos básicos”, documentó Villalobos en la audiencia pública ante la CIDH.

La crisis que durante años enfrenta el sistema de salud venezolano, incrementa el riesgo de la población ante la llegada del COVID-19, por ello Aula Abierta exige el suministro de equipos de prevención para el personal obrero y de seguridad, quienes son parte del funcionamiento de las casas de estudios.

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