El Núcleo Cagua registra más 20 incidentes de inseguridad durante la cuarentena

Foto: Cortesía.

El Núcleo Cagua de la Universidad Central de Venezuela, al igual que otras sedes de esta casa de estudios superior, vive días difíciles que amenazan considerablemente su futuro: según la supervisión de vigilancia, desde enero hasta el 5 de julio de 2020, se reportaron al menos 37 incidentes de inseguridad, de los cuales más de 20 fueron durante la cuarentena social por el coronavirus.

En estos actos vandálicos se registraron el robo de cableados eléctricos, pocetas, lavamanos, aires acondicionado y breackeras de la sala de bombas de agua; destrozos en los laboratorios de física y química; derribo de techos y paredes; y el 70 % de las puertas de las aulas han sido afectadas: algunas rotas, otras han sido sustraídas.

Omar Marroquin, presidente del Centro de Estudiantes del Núcleo de Ingeniería UCV – Cagua, expresó su indignación porque “seguimos siendo atacados por la delincuencia que no solo se lleva los activos, sino que también saquea y quema las instalaciones”.

“Se quieren robar nuestro futuro. Hago un llamado a las autoridades municipales, regionales y nacionales porque el único pilar que le queda a este país es la universidad venezolana y quieren destruirla”, expresó en entrevista para Aula Abierta.

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En esa misma línea, Héctor Pino, secretario de propaganda y representante estudiantil ante la Federación de Centros Universitarios de la UCV, hizo un llamado de alerta en junio a las autoridades universitarias y a los cuerpos de seguridad ante lo que considera que representa la destrucción de esta sede.

“Son incontables los ingresos de los delincuentes al núcleo, aunque desde la cuarentena los robos y el vandalismo son a diario”, expresó Pino.

Hacer presión para superar las adversidades

Aula Abierta contabilizó desde el inicio de la cuarentena y hasta el 5 de junio, un total de 112 incidentes de inseguridad ocurridos en las universidades a lo largo y ancho del país.

Esto ha provocado indignación generalizada, que quedó reflejada el 8 de junio cuando la etiqueta #SeDesangraLaU fue tendencia en Twitter durante más de tres horas, con publicaciones realizadas por estudiantes, profesores y sociedad civil en general.

Sobre la preocupación que tienen decenas de estudiantes sobre el hecho de que si no paran los incidentes de inseguridad podría ser imposible reanudar las clases de manera presencial, Marroquin dice que tienen la misma preocupación.

Sin embargo, comentó que esto ocurre semestre tras semestre y que “hemos sabido superar las adversidades”. Por ello, dice estar seguro de que “esta vez no será la excepción”.

“Nuestra posición es clara: hacer presión para que las autoridades cumplan y podamos dar soluciones a toda la comunidad universitaria que hace vida en este Núcleo”, culmina.

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