Con déficit presupuestario superior a 97%, el panorama de las universidades es “aterrador”
La rectora de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Cecilia García Arocha, informó que el presupuesto 2021 aprobado para esta casa de estudios por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (MPPEU) y la Oficina Nacional de Presupuesto (ONAPRE) corresponde tan solo al 2.27% del monto solicitado, lo que representa un déficit anual del 97.73%.
Del monto asignado, solo se puede cubrir 3.98% del gasto de funcionamiento; 1.19% del gasto de personal; 36.13% en comedores; 4.97% para becas y 23.16% para transporte propio de la UCV.
Mientras que a la Universidad Simón Bolívar (USB) tendrá que hacer malabarismo con un presupuesto de 0.4% de los recursos que solicitó, así lo dio a conocer la vicerrectora administrativa de la institución, Mariella Azzato. La cobertura de esta cifra por parte del ministerio se formuló bajo un esquema de becas estudiantiles en 720 bolívares, bandeja de comedor en 80 mil bolívares y la misma tasa salarial para los empleados. No hay ajuste de sueldo ni inversión para infraestructura. Sin embargo, el presupuesto aún no ha sido aprobado.
Es evidente como estas actuaciones reiteran la política sistemática de restringir de forma presupuestaria a las universidades públicas en Venezuela y comportan violaciones a la libertad académica y la autonomía universitaria. Para educar, toda institución debe comprender la disponibilidad de salarios competitivos, edificios en óptimas condiciones y acceso a la tecnología, esto está previsto en la Observación General nº 13 del derecho a la educación, adoptada por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas.
El vicepresidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (APUCV), Tulio Olmos, en entrevista con Aula Abierta denunció que las repercusiones que vendrán por este déficit son “nefastas”, refirió que, en un país con hiperinflación, un presupuesto de esa magnitud causaría más deserción en los sectores estudiantiles, administrativos, obreros y docentes, lo que pondría en colapso a la universidad en poco tiempo.
“Con un presupuesto tan deficitario, el panorama es aterrador. No alcanzará a cubrir ni siquiera el primer trimestre. El deterioro continuará inevitablemente. Las providencias estudiantiles están desfasadas y ello es el reflejo de la valoración que el gobierno le da a la educación universitaria, así como en materia salarial de refiere”, enfatizó Olmos.
“Presupuesto desfasado de la realidad, el futuro inmediato se vislumbra muy oscuro”
Tulio Olmos, como representante de la APUCV, alzó su voz para reclamar por los sueldos que devenga el personal universitario, que considera, son una completa “miseria”, pues la universidad necesita mantener a sus miembros beneficiados para incentivar la producción de una educación de calidad.
“No veo solución a corto plazo para la profunda crisis que el país está padeciendo en todos sus ámbitos, el de las universidades no es la excepción a la regla; particularmente, soy pesimista en relación al futuro de la UCV y de las universidades autónomas. De continuar este ambiente de exterminio que se ha propuesto el gobierno al desarrollo democrático, la opción natural no será otra que el progresivo abandono de los espacios públicos, entre ellos el universitario, sino recuperamos pronto la democracia, no habrá país ni universidad para defender los valores y derechos humanos”, agregó Olmos.
La asfixia presupuestaria corresponde a un patrón sistemático del Estado contra las universidades públicas, el cual ha sido denunciado por Aula Abierta. En el 2018 presentaron un informe donde reseñan las precariedades del sistema educativo por los recortes de presupuesto, los cuales se agravan cada año y genera afectaciones la comunidad estudiantil y profesoral que se evidencian en: comedores cerrados, deterioro de infraestructura, transporte universitario paralizado, incluso, prestaciones y beneficios de salud suspendidos.
Luis Palacios, presidente adjunto de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (FCU-UCV), declaró para Aula Abierta que el Gobierno de facto tiene la intención de destruir y socavar la institución; por ello, pone obstáculos. “Al final quieren que seamos nosotros quienes cerremos las puertas, no ellos desde la opresión”, argumentó el líder estudiantil.
Lo mismo opina Miguel Barone, secretario de Asuntos Nacionales de la FCU-UCV y coordinador nacional de Gritemos con Brío, quien señaló que el gobierno de Nicolás Maduro sigue los mismos patrones que el de Hugo Chávez, en búsqueda de generar un cierre técnico o cercenar algunas ventanas que den acceso a la educación.
Universitarios en pie de lucha
Para Olmos, vicepresidente de APUCV, el único motivo que sigue manteniendo a las universidades abiertas es un sentido de pertenencia y responsabilidad.
“Las instalaciones deterioradas sólo son el reflejo externo del deterioro de toda la institución, la calidad de vida de los universitarios se deteriora a pasos agigantados, el aumento de enfermedades laborales, aparición de patologías y la desaparición física de profesores y empleados son la muestra evidente de que las universidades ya no son una fuente de trabajo segura y con garantías de ascenso social; sino al contrario, son un reducto de personas aferradas a un ideal, pero con una perspectiva de vida hecha añicos porque el oficio docente no es una profesión para desarrollar un plan de vida”, expresó.
Para la representación estudiantil la idea de luchar y reivindicar los derechos universitarios los motiva a seguir en pie. Según manifestó el universitario Palacios, la federación procura buscar ayudas e incentivos para continuar atenuando las decadencias de los estudiantes. “Debemos dar pie a seguir incentivando, generando contenido y acciones que nos permitan ventanear lo que es la universidad”, expresó.
Por su parte, Barone destacó que a pesar del atropello, la comunidad universitaria debe seguir con la mística inquebrantable, de esta manera ser ejemplo para Venezuela.
“Saquemos a la universidad adelante en medio de tanto caos y tantas dificultades. Entendemos nuestro rol hoy en día en Venezuela y, por supuesto, el rol que juega la educación como motor fundamental para el desarrollo de un país”, concluyó.
Recurren a instancias superiores: la UNESCO
Según el vicepresidente de la APUCV, Tulio Olmos, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) debe asumir un papel protagónico en cuanto a visibilizar la tragedia que se le avecina a las universidades.
“En tiempos tan revueltos como los que corren y en las condiciones de violación sistemática de derechos humanos en Venezuela, la UNESCO debería desarrollar campañas que muestren la realidad de nuestras universidades y apoyar tantas iniciativas como sea posible para que el deterioro universitario no siga en galopante progreso”, indicó.
Asimismo, William Anseume, Presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar (APUSB), manifestó –en entrevista para Aula Abierta– que se emitieron comunicaciones dirigidas a la UNESCO, en busca de una ayuda humanitaria para la educación porque se requiere una intervención internacional para evitar una catástrofe generacional.
El Sistema Educativo Nacional está vulnerable a sufrir la peor repercusión y se debe considerar que la universidad es el reflejo del país; por tanto, sin educación no hay democracia, pues no se fomenta el pensamiento crítico, lo que conlleva a que la producción de conocimiento científico sea inexistente.