Profesores universitarios también luchan contra la deficiente conexión a internet durante la contingencia por COVID-19

La suspensión de clases decretada por el gobierno de Nicolás Maduro para impedir el avance de la pandemia del COVID-19, no detiene al sistema universitario con la activación de programas de formación académica desde los hogares; sin embargo, uno de los obstáculos que enfrentan es la deficiente conectividad a internet, además del crítico servicio eléctrico que existe en el país.

Una de las preocupaciones que se ha presentado es el hecho de cómo manejar los sistemas de formación académica a distancia. Ante la contingencia, los profesores se han visto en la obligación de implementar nuevas estrategias de enseñanza y contribuir con el desarrollo de las actividades universitarias.

Por la emergencia que atraviesa el país, la Universidad Simón Bolívar (USB) ha dado mayor atención al uso de las tecnologías para atender a las necesidades académicas, William Anseume, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Simón Bolívar, declaró para Aula Abierta la obligación de terminar el trimestre con una nueva modalidad.

“El trimestre está por concluir y la mayoría de las materias podrán ser terminadas bajo el uso de estas tecnologías digitales disponibles, me refiero a teléfonos inteligentes, correos electrónicos y otras modalidades para la enseñanza y la posibilidad de aplicar los exámenes a distancia”, manifestó Anseume.

Deficiencias del uso de la tecnología

También, el presidente de la Asociación hizo énfasis en las dificultades de profesores y alumnos ante esta estrategia educativa. “Hay algunos límites por las imposibilidades materiales que tenemos algunos para poder acceder al correo electrónico permanentemente, al teléfono inteligente, las señales y alguna conectividad que permita el flujo normal de comunicación; eso va a ser un límite para la mayoría de los estudiantes y los profesores”, señaló el máximo representante de los docentes.

Ante todo esto, los docentes tienen la tarea de dar feliz término a los trimestres y semestres de las instituciones, por lo que se han tomado la responsabilidad de resolver estos casos. “El Consejo Directivo decidió que una vez incorporados, tendríamos tres semanas para trabajar y terminar después del uso de la tecnología, trabajar presencialmente y poder finiquitar el trimestre de la manera más segura posible”, añadió Anseume.

Por su parte, Diana Romero, Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad del Zulia comentó sobre el manejo de las plataformas digitales de la entidad. “La Universidad del Zulia ofrece a través de su vicerrectorado académico el sistema de educación a distancia que está funcionando desde hace más de diez años, sin embargo, en los últimos años, por la problemática que presenta el internet muchos profesores dejaron de lado esa posibilidad y siguieron con sus cursos formales”, reseñó Romero.

La Decana asegura que existen docentes con alternativas para dar clases a través de los sistemas de educativos digitales. “En este momento podemos informar que muchos profesores tienen dentro de su programación la posibilidad de su aula virtual con sus estudiantes”.

Aunado a eso, Diana Romero, hizo un llamado a los líderes de las materias a ser parte del proceso comunicacional pedagógico por las plataformas tecnológicas. “Todos aquellos profesores que estén interesados en continuar dictando sus clases pueden dirigirse al vicerrectorado académico, al sistema de educación a distancia que les facilitará todo el proceso posible para que esto se pueda dar, por supuesto esto es si el internet funciona adecuadamente”, agregó la decana. 

Por otro lado, Mario Herrera, Decano de la Facultad de Ingeniería de LUZ, detalló un poco más acerca de la implementación de las aulas virtuales. “Estamos conscientes que cualquiera sea la modalidad que se adopte, algunos de nuestros estudiantes van a tener ciertas limitaciones y con ellos estamos ideando algunas estrategias en particular para que este tiempo podamos atenderlos”.

Herrera, también comentó que no se ha discutido alguna herramienta para dar clases a distancia en algunas materias, las cuales son estrictamente necesarias para verse de forma presencial. “Algunos casos son modalidades variadas, obviamente hay áreas que maneja la Facultad de Ingeniería, por naturaleza propia de nuestra carrera, que no hemos visualizado algún mecanismo que nos permita sustituirlo por estudios a distancias”, comentó Herrera.

“Un ejemplo es el caso donde ellos tienen a través de los laboratorios que evidenciar con prácticas guiadas determinados conocimientos que se dan en aula”, añadió el Decano de la Facultad de Ingeniería.

La situación no es diferente para la Universidad de Los Andes, la cual también es una de las afectadas ante el déficit tecnológico que rodea a las instituciones venezolanas. El Decano de la Facultad de Ingeniería de la ULA, Carlos Muñoz, también compartió algunas herramientas indispensables que llevarán a cabo para el desarrollo de las actividades académicas virtuales en el recinto universitario.

“Dada las dificultades que las universidades nacionales han presentado para mantener los espacios disponibles para el desarrollo presencial de los estudios, el Consejo Universitario de la Universidad de Los Andes, el año pasado, dispuso la implementación, en la medida de las posibilidades de cada asignatura, el desarrollo de una metodología instruccional denominada ‘Aula Invertida’”, explicó Muñoz.

También, el Decano hizo referencia a la importancia de esta nueva alternativa de estudio que se utilizará por la contingencia. “En su esencia, se puede favorecer enormemente de las herramientas para los estudios a distancia, que viene a ser un gran paso para la estructura y oferta futura a corto plazo de las carreras tradicionales a distancia y nuevas carreras con ese enfoque”, manifiesta Carlos Muñoz.

“A los docentes de nuestra universidad de nuevo ingreso, dentro de los planes de formación se les cultiva para el uso de herramientas básicas para el diseño de sus asignaturas y su evaluación mediante las tecnologías de información, es por ello que un gran número de docentes tiene capacidad de adaptarse rápidamente al desarrollo de esas tecnologías”, aseguró el Decano.

Por Vanessa Calatayud

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