Profesores, estudiantes y activistas llamaron a rescatar las universidades

Foto: Referencial / Prensa Aula Abierta

Por la democracia en Venezuela y por brindar un espacio donde se imparta el conocimiento, los profesores, estudiantes y activistas hicieron un llamado a rescatar las universidades.

En el encuentro realizado en el taller “Universidad, activismo ciudadano y democracia”, la directora fundadora de la organización Dale Letra, Mariela Ramírez, manifestó que el cierre del espacio cívico socava los derechos económicos, sociales, culturales; es por ello que hay que convocar a los órganos en la defensa de los derechos humanos. 

“Nos toca intermediar haciendo trabajo en red. Necesitamos activar el activismo, lenguaje alternativo, establecer las redes para garantizar la profesión de los activistas, apropiarnos de los espacios públicos para trabajar en conjunto con las organizaciones internacionales. Debemos reunirnos para alzar nuestra voz”, expresó.

Ramírez agregó que para recuperar la modalidad democrática del país se requiere “de un esfuerzo colectivo de los actores que hoy tienen el poder y de cada ciudadano venezolano”. Un trabajo que debe partir desde la academia y el trabajo en red de las organizaciones.

De acuerdo a los comentarios de la directora de Dale Letra estuvo el profesor y abogado Luis Acosta. 

Señaló, por su parte, que la democracia venezolana siempre ha estado vinculada con la democracia universitaria; además, las altas personas del gobierno han salido precisamente de las universidades.

De allí parte su criterio de que son las universidades las que tienen un compromiso con la nación. Sin embargo, para atender la democracia de Venezuela, se debe comenzar por preservar y/o rescatar la democracia interna.

“Nuestra universidades se encuentran en una fase de destrucción, pero es reversible solo si los universitarios actúan con firmeza a la grave situación. La solución pasó por poner orden dentro de la casa”, dijo.

“Las universidades son en esencia democráticas. Una universidad tenía la posibilidad de renovar a sus autoridades, cada ciertos años el claustro universitario cambiaba. Desde el 2008 no es posible realizar procesos electorales”, añadió el profesor Acosta.

Por su parte, la estudiante y presidenta de la Federación de Estudiantes por los Derechos Humanos (FEDEHU), Paola Martinez, en el espacio denunció las precarias condiciones de los servicios estudiantiles.

También mencionó que la serie de eventualidades que atacan el funcionamiento de la universidad ha provocado una deserción estudiantil mayor al 40%, cifra que quedó demostrada en el informe de Aula Abierta junto a la FEDEHU.

“Yo abandoné la universidad porque los profesores no iban, porque necesitaba trabajar. No existen reivindicaciones estudiantiles, no hay comedores, ni becas”, citó Martínez a cientos de estudiantes que le han expresado esta misma frase en reiteradas veces.

La academia debe levantar su voz

El vicepresidente en Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Tulio Olmos, afirmó que la comunidad universitaria tiene la responsabilidad de ayudar a que se rescaten las perspectivas democráticas, la participación, porque las casas de estudios superiores no “solo están llamadas a generar conocimiento”. De hecho, dijo que los universitarios deben generar matices.

“El llamado es a que como gremios nos organicemos y reorganicemos (…). Estamos llamados a exigirle al gobierno no solo que respete los derechos humanos, sino la posibilidad de incidencia”, resaltó.

Recordó que toda la situación económica y social ha causado que 6 millones de venezolanos salieran del país, entre esos millones de connacionales hay estudiantes y profesores. 

Para el profesor Acosta la crisis generalizada por la Emergencia Humanitaria Compleja no se hubiera magnificado al punto actual si se hubiera el gobierno “encontrado con una universidad fuerte”.

“La grave crisis es posterior a la crisis universitaria. La universidad tiene la capacidad, porque tiene el recurso humano, de salir adelante; pero hay que dejar de lado los enfrentamientos”, indicó el docente.

“Sin universidades libres, autónomas no puede existir en Venezuela una democracia como la que los venezolanos nos merecemos. Venezuela se ha convertido en un país donde la democracia quedó relegada en los textos de estudios y pareciera que nos encontramos en un régimen no democrático”, apuntó.

Este trabajo, de acuerdo con Cristyn Quiroz, responsable del área de educación de la ONG Civilis, debe hacer en compañía de las organizaciones defensoras de los derechos humanos.

Quiroz señaló el reto que tienen los activistas para documentar en el país y más dentro de las universidades porque no hay datos, pero enaltece que esa es la labor de las organizaciones: buscar, recabar, preguntar, con el propósito de enviar esa información a la comunidad internacional encargada de construir democracia.

“Las organizaciones generan sus informes y tienen la oportunidad de enviarlos a organismos internacionales como las Naciones Unidas. La sociedad civil en cada una de estas oportunidades aprovecha para visibilizar la documentación que hacen”, precisó.

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