Suma 71 incidentes: LUZ es la universidad de occidente más atacada por el hampa

Foto: Cortesía

En los últimos 21 meses, después de la suspensión de actividades por la Covid-19, la inseguridad dentro de los campus de estudios universitarios, los robos y hurtos se han agravado en el occidente venezolano. 

La casa de estudios superiores de la región occidente con más arremetidas de la delincuencia es la Universidad del Zulia. El Observatorio de Derechos Universitarios de Aula Abierta registra, desde marzo de 2020 hasta el 31 de enero de 2022, 71 ingresos del hampa.

Occidente es la región del país con mayor índice de universidades afectadas por la delincuencia. La Universidad del Zulia repunta en el primer lugar con 71 incidentes de inseguridad, seguida de lejos en el segundo y tercer lugar por la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado y Universidad Nacional Experimental Politécnica “Antonio José de Sucre”, con 12 y 9, respectivamente.

Aunque en menor escala, también fueron visitadas por la delincuencia, al menos una vez, según los registros de Aula Abierta, la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda, la Universidad Nacional Abierta y la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt.

En total, occidente acumula 95 incidentes de inseguridad. Cabe mencionar que aunque con menos universidades en la zona, la andina se mantiene como la región con más número de ataques del hampa. Solo en la Universidad de Los Andes se registraron 103 incidentes de inseguridad.

La inacción del Estado, el común denominador

Poco a poco los delincuentes van sustrayendo aires acondicionados, cables eléctricos, bombas de agua, computadoras, microscopios, y otros materiales necesarios para el desarrollo académico. Y el Estado venezolano no hace nada para detenerlo. 

Que el Estado no se involucre como garante de la seguridad universitaria violenta el segundo de los Principios Interamericanos sobre la Libertad Académica y Autonomía Universitaria de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH).

De hecho, al Estado le ha interesado más el tema de crear una Comisión con la intención de reformar la Ley de Universidades de 1970 y de invertir en el sector militar con gastos excesivos, mientras practica una política de asfixia universitaria.

¿Qué dice la Dirección de Seguridad?

El director de la Dirección de Seguridad Integral (DSI) de LUZ, Andry Sánchez, indicó en entrevista ofrecida a Aula Abierta que los actos delincuenciales se presentan porque “el personal es insuficiente”. El poco personal de seguridad trabaja de su esfuerzo porque carecen de transporte, combustible para trasladarse al campus, equipos para pernoctar en la universidad, sumado a un sueldo insuficiente para una buena alimentación y ubicado en niveles de pobreza extrema, según estándares internacionales.

Justo hace un año cuando Aula Abierta denunció que una treintena de hombres atacaron la integridad física de oficiales de seguridad de LUZ y lanzaron a uno de los vigilantes del segundo piso del posgrado de Humanidades.

Desde ese suceso, las autoridades llegaron a un convenio gubernamental para que los cuerpos policiales ayuden a resguardar algunos espacios de LUZ. “El Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (CPBEZ) nos apoya en algunas áreas con intermitencia”, acotó Sánchez.

“Tenemos espacios sin incidentes frustrados desde hace meses, así como hay otros, principalmente desguarnecidos, que son blanco de ataques frecuentes. Con estos pocos recursos y contra estas vicisitudes estamos resistiendo los ataques delincuenciales. Esperamos profundizar la coordinación y apoyo con los organismos policiales a los fines de contrarrestar en proporción esta situación”, añadió.

Del lado de los estudiantes

Los estudiantes son uno de los grupos más afectados por las hazañas del hampa. Para conocer las impresiones desde la perspectiva estudiantil Aula Abierta conversó con el presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Enfermería y de la Escuela de Nutrición y Dietética, Luis Gutiérrez. 

De acuerdo con el dirigente estudiantil, la ausencia física de la comunidad universitaria por la Covid-19 le ha permitido al hampa consumar todos los espacios, destacando el área administrativa y la Facultad Experimental de Ciencias.

Aula Abierta en noviembre conversó con Beatriz González, en ese entonces decana de la Facultad Experimental de Ciencias, quien denunció que tienen más de dos años sin electricidad por el hurto del cableado ocurrido el 25 de marzo del 2019. Debido a ello, los estudiantes de las carreras de Física, Química, Biología, Matemática, Computación y Antropología no tienen donde ver clases.

“Es indispensable recuperar espacios que son completamente necesarios para volver a la presencialidad.  Se habla de una completa recuperación de la Facultad de Ciencias, la cual está en completo abandono, recuperación de espacios en Veterinaria y Bioanálisis; así como también las aulas de clases de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Policías, la Facultad de Ingeniería y la Escuela de Enfermería”, indicó Gutiérrez.

“Me duele decirlo: llegar a nuestra alma mater y observar sus condiciones nos invade de tristeza, ya que está en un completo abandono y mientras los estudiantes buscamos estrategias para la recuperación de espacios el vandalismo se encarga de destruir todo lo que con esfuerzo y motivación hemos construido”, añadió.

Subrayó que el Centro de Estudiantes no ha parado de denunciar los robos, pero siguen dejando de ser escuchados por las autoridades y los órganos de seguridad. 

“Los únicos dolientes de nuestra alma máter somos los estudiantes”, sentenció Gutierrez.

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