Recuperar las instalaciones deportivas de la ULA requiere una cantidad de dinero “incuantificable”

dirección de deporte de la ULA - instalaciones deportivas

Para recuperar los campus deportivos de la Universidad de Los Andes se requiere de una cantidad tan amplia de recursos que es “incuantificable”. 

De acuerdo con Ronald Antúnez, director de la Dirección de Deportes de la Universidad de Los Andes (ULA), no hay cómo calcular la pérdida total y el grado de afectación que tienen las instalaciones deportivas de la universidad.

“En el estadio Lourdes se llevaron alrededor de 400 a 600 metros de cable, se llevaron todo lo que fue el sistema operativo de las luces que eran tres estadios y cada estadio tiene al menos cuatro torres”, dijo Antúnez.

La ULA ha sido afectada por la asfixia presupuestaria desde el año 2009. Para el 2022, Aula Abierta determinó que esta casa de estudios solo recibió el 0.21% del dinero que requiere para gastos de operatividad.

La carencia superior al 99% del presupuesto solicitado por la ULA trajo como consecuencia no solo el deterioro de diversas áreas, destacando las administradas por la Dirección de Deportes de la Universidad de Los Andes, además, el personal de vigilancia fue desapareciendo, ocasionando que algunas zonas quedarán desprotegidas y a merced del hampa. 

El hampa empeoró el daño

Son 80 instalaciones que están distribuidas a lo largo del municipio Libertador, en el estado Mérida, las cuales fueron invadidas, violentadas y vandalizadas por el hampa.

Algunas instalaciones deportivas en situación grave están ubicadas en el Complejo Deportivo La Hechicera, donde se sitúa el gimnasio cubierto de voleibol, baloncesto y la pista atlética. Otras están en el centro del estado donde se encuentra la piscina Teresita Izaguirre, dos estadios de fútbol y uno de softbol.

“Todas las instalaciones de la Dirección de Deportes de la ULA han sido víctimas de la delincuencia. Hemos sufrido muchos ataques y muchos ataques al alumbrado eléctrico de los campos. Se han llevado todo el cableado, todo lo que son los insumos eléctricos, apagadores, enchufes y lámparas” dijo el director de Deportes de esa casa de estudio en entrevista para Aula Abierta.

Aunque el hampa causó un daño casi irreparable algunas instalaciones se encuentran en condiciones aceptables porque lograron establecer alianzas con organizaciones deportivas que permiten hacerle el mantenimiento preventivo que requieren estas áreas, según indicó Antúnez.

La pandemia aceleró los procesos de deterioro de la universidad

La llegada de la pandemia del COVID 19 trajo consigo el cese de las actividades presenciales en las universidades en Venezuela, siendo este otro factor clave para el ascenso de incidentes de inseguridad dentro de las instalaciones dependientes de la Dirección de Deportes de la ULA. 

Muchos de los actos vandálicos se perpetraron posterior a la deserción del personal de seguridad y vigilancia que se encargaba de proteger las áreas de la institución.

Es tanto así que la Universidad de Los Andes, según cifras del Observatorio de Derechos Humanos de Aula Abierta, es la casa de estudios superiores que más incidentes de inseguridad ha presentado desde el decreto de cuarentena en marzo de 2020 hasta el 15 de diciembre de 2022, con un total de 130 incidentes de 428 registrados por la ONG en 16 universidades venezolanas.

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