Ataques del hampa afectan la investigación ambiental en la Facultad Experimental de Ciencias de LUZ

La Facultad Experimental de Ciencias (FEC) de la Universidad del Zulia (LUZ) atraviesa una precaria situación que le impide ejercer efectivamente su labor de formar profesionales en las diversas licenciaturas de las ciencias ambientales. Esta situación ha generado gran preocupación en estudiantes y profesores; ya que la prosecución de la educación y el desarrollo de la investigación en el campo de las ciencias naturales se han visto severamente afectados, en consecuencia, también se compromete el derecho a la educación.

La FEC de LUZ ha recibido constantes ataque de la delincuencia, registrando numerosas pérdidas, que no sólo se miden en daños a la infraestructura. Desde el 25 de marzo del 2020, las instalaciones se quedaron sin electricidad, durante un segundo apagón nacional. A partir de ese momento, los actos vandálicos fueron más frecuentes y dejaron una infraestructura inútil para el desarrollo de la docencia e investigación. Hasta la actualidad, la facultad no ha logrado culminar de manera formal el único periodo lectivo del año 2019.

Uno de los casos más alarmantes es el del Laboratorio de Microorganismos Fotosintéticos, en donde se encontraba un cepario que permitía evaluar el uso de microalgas como fuente de biocombustibles, pigmentos, proteínas, enzimas, exopolisacáridos, toxinas, ácidos grasos, y de otros metabolitos con actividad biológica. En este espacio no sólo se realizaba investigación, sino la capacitación de estudiantes, emprendedores y empresarios en el área de biotecnología ambiental y algal.

En el año 2019, las constantes fallas eléctricas, aunadas a las diversas limitaciones que sufre la población, comenzaron a verse reflejadas en el normal funcionamiento de las actividades académicas desarrolladas en la Facultad Experimental de Ciencias, en donde no sólo imparten sus carreras, además es sede de las escuelas de Ingeniería en Petróleo e Ingeniería Química y, más recientemente, de algunas de la Facultad Experimental de Arte (FEDA). 

En un comunicado emitido en 2019 por la Vicerrectora Académica Dra. Judith Aular, a propósito de la celebración de los 46 años de creación de la Facultad Experimental de Ciencias, se hace referencia a las condiciones de la FEC, las cuales se han ido agudizando. Para julio del 2019, ya sumaban varios meses en los que más de 500 estudiantes de pregrado y programas de posgrado no podían recibir clases normalmente, debido al grave problema de electricidad, producto del hurto de cables en el perímetro universitario hasta la subestación eléctrica de Ziruma, dejando todo el circuito sin servicio eléctrico.

Posterior al hurto del cableado y con la poca seguridad presente en el campus universitario, la situación se fue agudizando y comenzó el desmantelamiento de los diversos espacios donde se desarrollan actividades de formación e investigación en el área ambiental, incluidas oficinas, baños, salones de clases y laboratorios, en donde las pérdidas en equipos de investigación son incalculables.

Para el 2019 se registró una deserción estudiantil de aproximadamente 50%, mientras que el resto de estudiantes cursaron sus estudios en condiciones no aptas para el desarrollo intelectual: en salones sin electricidad, baños desvalijados y sucios, pasillos oscuros, así como áreas verdes invadidas de malezas, robos a mano armada, transporte inexistente y laboratorios cerrados.

La situación durante el año 2020 no fue distinta a los eventos que ya se venían registrando en las inmediaciones de la FEC, y durante el mes de marzo los bloques A1 y A2 del Departamento de Biología fueron víctimas nuevamente del hampa. En entrevista con un docente que prefirió mantener el anonimato, se dio a conocer el daño causado en esta oportunidad a las puertas y rejas de seguridad de oficinas, cajeras eléctricas y ductos de aire acondicionado, entre otros.

Es importante señalar que en los bloques A1 y A2 es donde hace vida la Licenciatura en Biología, espacios que desde su creación están destinados a la formación de las generaciones de relevo para el desarrollo de investigaciones en materia ambiental abordada desde sus diversas ópticas: ecología acuática, microbiología ambiental, zoología de vertebrados e invertebrados, botánica de plantas vasculares y no vasculares; entre otras.

Posterior a estos hechos, la decana de la Facultad Experimental de Ciencias de LUZ, Beatriz González, refirió a Aula Abierta nuevos hechos que se suscitaron entre el 3 y el 11 de abril, donde fue hurtado el cableado eléctrico de la biblioteca, los edificios de Biología, depósito de reactivos, los módulos de los departamentos de Física y Química y las instalaciones donde se imparten clases del Módulo Programas Especiales de la Facultad de Ciencias (Computación y Antropología) y, también, fueron desvalijados más de 5 laboratorios de la escuela de Biología. La afectación de estos espacios va más allá de los daños estructurales, por cuanto repercuten directamente en el deterioro de las investigaciones desarrolladas en materia ambiental de la región occidental del país.

Entre los días 21 y 22 de abril de 2020, se conoció a través de la cuenta de twitter de Aula Abierta, que dentro de las inmediaciones de la FEC se produjeron nuevos incidentes de inseguridad; esta vez en 8 cubículos del extremo derecho de la Escuela de Ingeniería en Petróleo, así como la oficina principal que accede al área de cubículos y la puerta principal del Centro de Estudios de Corrosión de la Facultad de Ingeniería de LUZ. Igualmente, la Escuela de Ingeniería Química de LUZ, los laboratorios de polímeros, fisicoquímica y la biblioteca y  por último, la sustracción de grandes equipos como aires de 5 toneladas y fotocopiadoras en las escuelas de Ingeniería Química y Petróleo de la Facultad de Ingeniería.

Para el mes de septiembre de 2020, la FEC sufrió nuevas arremetidas del hampa, siendo víctima las inmediaciones del “Museo de Biología”, espacio dedicado a la conservación, exhibición e investigación de vertebrados e invertebrados, fósiles y especies endémicas; a la docencia e investigación; esta última centrada en estudios sobre la diversidad biológica regional y nacional, así como evaluaciones de impacto ambiental. Los laboratorios que son parte del museo, así como el museo propiamente, fueron desvalijados casi en su totalidad.

Los principales inconvenientes a los que se enfrentan los docentes de la FEC para desarrollar con éxito sus investigaciones en el área ambiental, son la inadecuada infraestructura y la falta de equipos e insumos. El atraso científico es evidente cuando establecemos comparaciones entre las investigaciones en materia ambiental que se llevan a cabo en la actualidad en otros países.

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