APUCLA: La situación de los profesores es “triste y lamentable”

El profesorado de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (APUCLA), se enfrenta a la precariedad en medio de la inflación que atraviesa el país, ante los sueldos recibidos no considerados correspondientes a lo denominado como salario justo, seguridad social y calidad de vida, tal y como lo expresa el texto constitucional.

La presidenta de la Asociación de Profesores de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (APUCLA), Deborah Velásquez, calificó como triste y lamentable la situación socioeconómica del gremio, debido a que los salarios no están acordes a la realidad económica del país al haberse impuesto unas tablas salariales que ignoran las normas de homologación.

“El salario devengado no garantiza calidad de vida ni para el profesor ni para su grupo familiar, sacrificas tu alimentación, no hay garantías de recreación, ni puedes solucionar una situación de salud que se presente. El criterio claro es el de empobrecernos, arrinconarnos y desconocer nuestra labor meritoria como docentes” indicó Velázquez en entrevista para Aula Abierta.

El Estado permanece en silencio
Desde la APUCLA se han realizado diversos documentos que fueron consignados antes de la pandemia donde se expone la grave situación que vive tanto la universidad como su personal, los cuales no han tenido respuesta alguna hasta la fecha, de acuerdo a la profesora Deborah Velásquez.

Sin condiciones para impartir clases en ninguna modalidad

Ante el caso omiso a los reclamos realizados desde la Universidad Centroccidental, la casa de estudios se mantiene en estado deplorable, sin agua en los decanatos y demás instalaciones para poder combatir el Covid-19, sin transporte, equipos de bioseguridad para el personal, dispositivos tecnológicos para impartir clases a distancia, ni garantías de que toda la comunidad esté vacunada.

“Quienes no quieren que retornemos a clases son los que tienen la responsabilidad de atender a la educación como servicio social. No podemos volver a clases bajo ninguno modalidad” condenó Velázquez.

Por otro lado, el hampa azota a la UPUCLA desvalijando sus instalaciones, sin posibilidad de poder reponer los equipos al no existir un presupuesto establecido para ello. “En las facultades de agronomía y veterinaria han sido asaltados tanto estudiantes como profesores, no hay seguridad en las instalaciones y esto debe ser abordado por las autoridades”.

Una lucha por la dignidad

La presidenta de la Asociación de Profesores de la Universidad Lisandro Alvarado, aseguró que durante años los académicos han asumido su responsabilidad, privilegiando su alta vocación de servicio pero que llegó la hora de exigir cambios y respuestas, para garantizar que el proceso sea atendido por el carácter constitucional que posee, el cual debe asumir el gobierno.


“Las autoridades universitarias necesitan comprometerse en buscar alternativas de solución, para que se puedan ejecutar las actividades sin tropiezos. Esto es una lucha es por la dignidad, por el respeto que merecemos y el reconocimiento que exigimos al ser formadores de los profesionales del futuro”.

Finalmente, Velázquez lamentó que todas las universidades estén siendo sometidas a la oscuridad, ya que de seguir así no habrá posibilidades de desarrollar actividades con normalidad. “No se trata de un capricho, sino de que no se atienden nuestras exigencias”.

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