Profesoras universitarias sobreviven con salarios y bonos vacacionales indignos

En 2022, una encuesta publicada por Aula Abierta de 580 profesores universitarios, tan solo 37 (6.4%) manifestaron poder adquirir la canasta básica alimentaria, basándose en ingresos complementarios

Yenci Hernández – Pasante Aula Abierta

Desde salarios irrisorios hasta un bono vacacional insuficiente, las profesoras universitarias mantienen las luchas por conquistar los derechos laborales que les arrebataron, en una Venezuela donde la hiperinflación ha devorado cualquier ingreso mínimo mensual, llevando a las profesionales de la educación a una situación de pobreza extrema.

En una entrevista para Aula Abierta Radio el 3 de agosto de 2023, la profesora Keta Stephany, secretaria de actas de la Federación de Profesores Universitarios (FAPUV), reveló la situación de vulnerabilidad en la que permanecen las profesoras universitarias en Venezuela.

Stephany, reitera la grave situación salarial que afecta a las mujeres universitarias en Venezuela, que ha sumergido en una grave crisis social y económica a las académicas, violando, incluso, los derechos laborales establecidos en la Constitución.

En Venezuela, el salario no se ajusta desde hace más de 500 días y un profesor universitario, de dedicación exclusiva, percibe solo 18 dólares mensuales, según datos publicados por la Asociación de Profesores Universitarios (APUCV) para agosto de 2023, en un contexto hiperinflacionario que ha devorado cualquier ingreso mensual de los trabajadores. 

Stephany enfatiza que lo que perciben actualmente no puede considerarse un salario, ya que es insuficiente para cubrir las necesidades básicas de una familia.

Aseveró que “el Estado venezolano para mejorar la situación salarial, es crucial hacer un llamado a la sociedad y al gobierno para que se reconozca el derecho humano al trabajo y se busque un salario que pueda cubrir nuestras necesidades básicas”.

También, añadió que “es fundamental un cambio en la actual política económica, que ha llevado a la desvalorización del trabajo y ha generado una disminución drástica en los salarios. Esto ha creado un círculo vicioso donde la falta de demanda, oferta y producción ha llevado a una crisis económica y social”.

En 2022, una encuesta publicada por Aula Abierta de 580 profesores universitarios, tan solo 37 (6.4%) manifestaron poder adquirir la canasta básica alimentaria, basándose en ingresos complementarios. Sin lugar a dudas, un año después, la calidad de vida de las universitarias se ha deteriorado aún más, obligándolas a sobrevivir con sueldos de hambre y enfermedad que las ha sumergido en una situación de pobreza extrema.

Obligadas a “sobrevivir” con el bono vacacional

Esta situación económica precaria también repercute en el bono vacacional de los profesores universitarios. El bono vacacional que recibió un profesor universitario con más de 25 años de antigüedad fue de 225 dólares, según datos publicados por la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

En lugar de recibir un monto adecuado de acuerdo con los días de descanso, los docentes se ven obligados a sobrevivir con una suma que apenas les alcanza para subsistir. La falta de un bono vacacional suficiente afecta gravemente la calidad de vida e ingreso de los profesores universitarios.

Sthephany destaca que estas condiciones salariales precarias han dejado consecuencias negativas. Señala que “La jubilación se ha convertido en una quimera, ya que las personas no pueden retirarse con una pensión adecuada y deben buscar empleo adicional para subsistir”. 

Igualmente, la falta de un salario digno afecta la disponibilidad de tiempo libre, ya que los profesores se ven obligados a buscar trabajo extra para complementar sus ingresos. Además, se pierde una jornada de trabajo efectiva, ya que los profesores deben diversificar su actividad laboral fuera de la universidad.

Es importante reconocer el impacto diferenciado que recae en las mujeres en cuanto al trabajo doméstico y de cuidado en el hogar. Muchas veces, las mujeres universitarias también se enfrentan a estas responsabilidades, además de tener una profesión y posiblemente otro empleo. Esto puede resultar en una carga adicional y más compleja en comparación con los hombres, ya que las tareas del hogar y el cuidado de los niños a menudo recaen en las mujeres.

Ante esta situación alarmante, las profesoras universitarias en Venezuela continúan su lucha por un salario justo y un bono vacacional digno. Demandan el reconocimiento y valoración de su labor, así como la garantía de sus derechos laborales. Resulta crucial que las autoridades gubernamentales tomen medidas que aseguren una remuneración adecuada para las y los universitarios, fortaleciendo así la educación en el país y proporcionando a las mujeres universitarias las condiciones de vida justas y equitativas que merecen.

Escucha en Aula Abierta Radio: ¿Cómo el salario y el bono vacacional irrisorio afectan a las profesoras universitarias?

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