Crisis salarial de universitarios denunciada por Bachelet empeora durante 2021

Foto: Archivo.

La crítica situación que atraviesan los universitarios venezolanos debido al tema salarial, que mencionó durante su último informe Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha empeorado durante el 2021, al punto de que se mantienen en un estado de pobreza extrema.

“El ACNUDH está preocupado por los bajos niveles de ingresos, ahorros y pensiones de funcionarias y funcionarios públicos, y de trabajadoras y trabajadores de sectores que dependen de la financiación pública, en particular de trabajadoras y trabajadores de los sectores de la educación y la salud”, dijo Bachelet durante el 48 período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos.

Aumentos irrisorios

En su Informe Preliminar: situación del derecho a la libertad de asociación y de expresión de los profesores universitarios en Venezuela”, Aula Abierta evidencia que a pesar de los aumentos que se han realizado durante el año, los universitarios en promedio ganan salarios por debajo de los 10 dólares, en un país en el que la canasta básica familiar se ubicó en agosto en 305,09 dólares, según el Observatorio Venezolano de Finanzas.

Para enero del 2021 la situación salarial de los profesores se encontraba ubicada en salarios de pobreza, según los estándares internacionales de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y la Línea Internacional de Pobreza (LIP), donde se establece que se considera una persona en estado de pobreza extrema a quien gane menos de USD$1,9 diarios; para ese mes, el profesor universitario que más salario devengaba era el titular a dedicación exclusiva, quien ganaba un ingreso básico mensual de 5.802.812,00Bs., lo que equivalía a un ingreso mensual de 3,72 dólares, es decir 0,12 dólares diarios, según el cambio oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) para el día 21 de enero del 2021.

Con el aumento salarial del mes de mayo del 2021, publicado en Gaceta Oficial N° 6.622, donde se aumenta el salario mínimo mensual en Venezuela a 7.000.000 bolívares y el bono alimenticio a 3.000.000 bolívares, los salarios de los profesores universitarios fueron reajustados, nuevamente, sin un proceso de discusión y el respeto a la Normas de Homologación que aún se encuentran vigentes y son inobservadas por el Estado venezolano.

El sueldo del profesor universitario que más ganaba para el mes de mayo, era de 10,43 dólares, mientras que otros sueldos de profesores del escalafón homólogo en otros países de Latinoamérica, oscilaban entre los 1.260 dólares y 4.700 dólares, como por ejemplo en Colombia con un sueldo de 3.000 dólares,  Argentina 1.260 dólares, Perú1.965 dólares, Chile 1.536  dólares y Ecuador 4.700 dólares, lo cual evidencia lo irrisorio e indignante del monto que se les cancela los profesores universitarios venezolanos.

Los bajos salarios de los profesores universitarios,  que no son ni el 2% de lo que devengan los profesores universitarios en Latinoamérica, va en contravención de lo establecido en estándares internacionales en materia de derechos humanos, como el artículo 7 del Protocolo de San Salvador, referentes a condiciones justas de trabajo y el artículo 26 de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, al no tener un salario justo para la labor que se desempeña.

Se sostiene la Emergencia Humanitaria Compleja en el sector educativo

El pasado 28 de julio, en horas de la noche, se reportó a través de redes sociales la firma de la rechazada y controvertida IV CCU, donde participaron nuevamente miembros de la Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela (FTUV), el Ministro de educación universitaria, Cesar Trompíz, además de contar con otras autoridades del Gobierno venezolano como el Ministro de Educación para ese momento, Eduardo Piñate, quien publicó en su perfil oficial de la red social Twitter, el acto donde se estaba firmando el referido instrumento normativo.

Trompíz calificó la propuesta salarial de la IV CCU como “innovadora”, pues según él “una deuda que se tenía de la tercera convención, es que se había anclado a valores fijos y esta vez se ancla al salario y otros valores móvil que pueden ir remontando el salario cada vez que se hace aumentos”.

No obstante, la propuesta salarial de los docentes universitarios sigue siendo precaria, pese al reciente aumento que entró en vigencia el 1 de agosto, tras el anuncio de firma de la Cuarta Convención Colectiva Única (IV CCU).

Trómpiz dejó a un lado las exigencias de todo el gremio profesoral al pretender que con un aumento promedio de 3,3 dólares americanos (USD) se puede sobrevivir, cuando la canasta alimentaria familiar para ese mes ya se ubicaba en 303,08 dólares, según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).

“El examen de la materia salarial no presenta ninguna novedad, al contrario, reitera la condición de precariedad de las condiciones trabajo y vida de los trabajadores universitarios. Dicho de otro modo, sostiene la Emergencia Humanitaria Compleja en el sector educativo reconocida por diferentes universidades y la Asamblea Nacional en el 2018”, dijo el secretario de asuntos académicos de la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (APUCV), José Gregorio Afonso, en entrevista para Aula Abierta.

El profesor Afonso afirmó que aunque el tabulador salarial en bolívares presenta un incremento de 71,5%, al traducirlo al cambio en divisa es un “aumento absolutamente marginal”.

Imposición unilateral de tablas salariales

Desde al menos el 2004 existe una imposición unilateral de tablas salariales en el sector, desconociendo el proceso de discusión y negociación entre autoridades del Estado y los grupos gremiales representativos del sector universitario, que desde las discusiones de las actas convenios de antes de 1982, históricamente se realizaban para garantizar la suficiencia y adecuación de los salarios, según información documentada por Aula Abierta.

Recientemente se han registrado denuncias sobre prácticas de discriminación política manifestada en obstáculos para la realización de las elecciones de directivos de las asociaciones, falta de disposición de recursos financieros debidos por el Estado, exclusión de participación en espacios de discusión gremial, entre otras represalias con ocasión a las opiniones críticas de las asociaciones de profesores sobre las violaciones a derechos humanos y la gestión de los órganos del Poder Público.

En este sentido, la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (FAPUV) y las demás asociaciones de profesores reclaman el respeto de las Normas de Homologación, las cuales a su juicio continúan vigentes, entre otras razones, bajo una interpretación del principio in dubio pro operario, al consagrar beneficios más favorables y producto de más de 30 años de “luchas por reivindicaciones”.

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